martes, 22 de marzo de 2016

El sol desnudo (The Naked Sun) - Isaac Asimov



Título: El sol desnudo (The Naked Sun)
Saga: Serie de los Robots #3
Autor: Isaac Asimov
Año: 1957
Género: Ciencia Ficción

  Mientras la sociedad terrestre rechaza a los robots humanoides, los Mundos Exteriores, antiguas colonias de la Tierra, han basado su economía en el trabajo de los robots, desarrollando así una sociedad altamente tecnológica, mucho más que la terrestre, en la que los individuos no soportan la presencia de sus congéneres: todos los contactos sociales se producen por medio de proyecciones holográficas.

  Por eso, el detective Baley no sabe por dónde empezar cuando le envían a Solaria a resolver el primer asesinato que se produce en doscientos años, pues todo parece apuntar, paradójicamente, a que ha sido cometido por un robot.

LAS TRES LEYES ROBÓTICAS

1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la Primera o Segunda Leyes.
“Manual de Robótica 56.a edición, año 2058.”

     

Saga

1.
2.
3.
4.
5.
Yo, robot
Bóvedas de Acero
El sol desnudo
Los robots del amanecer
Robots e Imperio

     

Frases

“La pipa de Baley llevaba quince minutos apagada y él ni siquiera lo había advertido.”



“Por una décima de segundo echó la cabeza hacia atrás y miró de hito en hito al astro rey de Solaria. Lo contempló sin la protección del vidrio difusor colocado en los miradores situados en el nivel más elevado de las ciudades terrestres. Contempló el Sol desnudo.”



“Los hombres del espacio podían parecer fuertes, pero también se hallaban dominados por absurdos temores.”



“Daneel, ¿estás insinuando que al robot le duele que yo haga su trabajo?”



“Gladia se sonrojó.
—Me cuesta mucho pronunciar esta palabra. ¡Es tan indecente! ¡Hi... jos!
—A poco que la repita, le resultará más fácil —observó Baley secamente.”



“—De manera que otra vez ha ganado el potencial más elevado, eh, Daneel? —dijo Baley—. Para salvarme la vida, serías capaz, incluso, de hacerme daño.”



“Un robot es únicamente lógico y no razona.”



“Baley trató de imaginarse un mundo como una esfera iluminada y oscura, alternativamente, a medida que giraba. Esto le fue muy difícil y sintió gran desprecio por los hombres del espacio, que se las daban de superiores, pero dejaban que cosas tan esenciales como el tiempo les fuesen impuestas por los caprichos de los movimientos planetarios.”



“Es la cultura la que dicta la invención.”



“—¿Los niños no reciben la visita de sus padres, aquí? (Baley)
—¿Qué ideas tiene usted? ,Por qué tendrían que visitarlos? (Klorissa)”



“—Soy el doctor Jothan Leebig. ¿Cómo se atreve usted a molestarme en mi trabajo?
—Muy fácil —repuso Baley con calma—. Es mi profesión.”



“¿Con qué rapidez podía adaptarse el hombre a las pesadillas?”



“Naturalmente, Baley había oído hablar de las sombras y sabía lo que eran, pero en la iluminación indirecta de las ciudades, que lo bañaba todo por igual, nunca se había dado cuenta de su existencia.”



“Sin la interdependencia humana, desaparece el principal aliciente que ofrece la vida; se esfuman casi todos los valores intelectuales y falta una auténtica razón para vivir. La visualización no puede sustituir la presencia personal.” - Baley


     
Personajes

 Elías Baley: inspector, detective perteneciente a las fuerzas de policía de la ciudad de Nueva York, grado de C-6 en el escalafón, a quien le gustaba fumar en pipa. Hombre de cara alargada y angulosas facciones, ojos hundidos, manos grandes y rudos modales, de cuarenta y tres años de edad, casado y con un hijo.

 R. Daneel Olivaw: robot con aspecto humano casi perfecto, un espécimen idealizado de humanidad. La R es de robot. Trabajó con Baley en el caso de un hombre del espacio asesinado, durante lo cual entablaron una buena amistad. Su aspecto físico es similar al de los hombres del espacio, corpulento, de anchas espaldas, alto, de tez bronceada, cabellos dorados y bella apostura.

 Hannis Gruer: Director General de Seguridad de Solaria. Hombre calvo como una bola de billar, sin una pizca de cabello, ni siquiera en las sienes, con una nariz imperfecta.

 Gladia Delmarre: solariana, viuda del difunto Rikaine Delmarre y principal sospechosa de su asesinato. Paisajista colorista. Mujer de 33 años pero que aparenta unos 25 años. De bello rostro, cara triangular, bastante ancha en los pómulos, los cuales se marcan mucho al sonreír, y que se estrecha en una suave curva, formando un pequeño mentón. Labios carnosos. De 1,60 metros de altura aproximadamente y cabello bastante largo de color castaño claro, tirando a pajizo. Ojos de color azul grisáceo. Brazos esbeltos y graciosos, muy atractivos.

 Rikaine Delmarre: fetologista de Solaria, el primer solariano asesinado en su planeta. Era un hombre íntegro y cabal, consagrado a Solaria y a sus costumbres, al punto que se ofreció voluntario para el cargo de ingeniero fetal. Muy delicado y escrupuloso, un hombre desprovisto de cualquier sombra de anormalidad o perversión: un buen solariano por todos los conceptos.

 Altim Thool: Doctor de Solaria, el hombre del espacio más viejo que Baley había visto y que aparenta tener más de trescientos años. Las venas se destacan en sus manos, y su cabello, cortado casi al cero, es de una blancura nívea. Tiene el hábito de golpearse la dentadura postiza con la uña, haciendo un ligero clic clic. Su rostro es de tez débilmente amarillenta, como un cuero de calidad superior muy gastado.

 Corwin Attlebish: el primer ayudante de Gruer, y posteriormente Director General de Seguridad interino de Solaria. Hombre alto, esbelto y bronceado. Tiene los ojos de color castaño claro y su mandíbula es fuerte y cuadrada.

 Anselmo Quemot: el único sociólogo de Solaria, hombre alto, delgado y de nívea cabellera. Su cara es afilada como una cuña, tiene la nariz prominente y los ojos, hundidos y vivaces. Su voz es demasiado estridente para resultar agradable.

 Klorissa Cantoro: solariana, ayudante de Rikaine Delmarre. Mujer de cabello algo más oscuro que las melenas bronceadas de los hombres del espacio, y abundante. De ceñuda y robusta faz, su cara forma un óvalo perfecto, con la nariz algo bulbosa y el mentón grande. De brazos musculosos.

 Jothan Leebig: solariano, eminente constructor de robots que colaboraba con el doctor Delmarre. Es un hombre flaco, que se mantiene rígidamente erguido. Sus ojos son oscuros y saltones, y uno de sus párpados le cuelga ligeramente.

 Albert Minnim: terrícola, subsecretario de Nueva York. Un hombrecillo rechoncho, de contextura maciza, cabellos cenicientos y el perfil del cuerpo apenas marcado, que da una impresión de pulcritud y limpieza y olía un poco a tónico capilar, ambas cosas indicio de la buena vida que se daban los altos cargos de la Administración, gracias al espléndido racionamiento de que disponían.


     
  Opinión Personal

  Hace varios años leí este libro, cuando mi intención era leer toda la saga de las fundaciones... intención que nunca pude llevar a cabo, pero no pierdo las esperanzas.

  Como no me acordaba de los detalles pero sí que había disfrutado de la lectura, no dudé en volver a leerlo. Y fue una buena decisión. La narración es entretenida, fluida, y es interesante ir descubriendo junto al detective Baley esta raza de humanos que se han acostumbrado a vivir completamente en aislamiento, al punto que el estar en compañía presencial de otro ser humano les causa casi repulsión.

  Supongo que para algunas personas sería posible el acostumbrarse a este tipo de vida, pero en lo personal no podría pasar mi existencia en compañía solo de robots, observando a otros seres humanos sólo a través de una pantalla, sin un abrazo o un cariño. Jamás aceptaría vivir en un mundo como Solaria.

     




¿Ya leíste el libro? ¿Qué opinas de él...

martes, 15 de marzo de 2016

Yo, robot (I, robot) - Isaac Asimov




Título: Yo, robot (I, Robot)
Saga: Serie de los Robots #1
Autor: Isaac Asimov
Año: 1950
Género: Ciencia Ficción

  Los robots de Isaac Asimov son máquinas capaces de llevar a cabo muy diversas tareas, y que a menudo se plantean a sí mismos problemas de 'conducta humana'. Pero estas cuestiones se resuelven en Yo, robot en el ámbito de las tres leyes fundamentales de la robótica, concebidas por Asimov, y que no dejan de proponer extraordinarias paradojas que a veces se explican por errores de funcionamiento y otras por la creciente complejidad de los 'programas'. Las paradojas que se plantean en estos relatos futuristas no son sólo ingeniosos ejercicios intelectuales sino sobre todo una indagación sobre la situación del hombre actual en relación con los avances tecnológicos y con la experiencia del tiempo.

Esta colección presenta a los relatos como una serie de viñetas relacionadas con la Dra. Susan Calvin, una ‘robopsicóloga’ que está siendo entrevistada en relación con su inminente retiro de la megacorporación US Robots and Mechanical Men, Inc. Durante su carrera de medio siglo con la empresa, que se fundó el mismo año en que nació (1982), ha visto crecer a los robots desde simples maquinas hogareñas a androides apenas perceptibles a los seres humanos.

  Yo, Robot es una colección de relatos en los que se establecen y plantean los problemas de las tres leyes de la robótica que son un compendio fijo e imprescindible de moral aplicable a supuestos robots inteligentes. Los relatos plantean diferentes situaciones a las que tendrán que enfrentarse distintos especialistas en robótica y en las que se plantean paradojas e ingeniosos ejercicios intelectuales que indagan sobre la situación del hombre actual en el universo tecnológico. 

LAS TRES LEYES ROBÓTICAS

1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la Primera o Segunda Leyes.
“Manual de Robótica 56.a edición, año 2058.”

     

Saga

1. Yo, robot 
2. Bóvedas de Acero
3. El sol desnudo
4. Los robots del amanecer
5. Robots e Imperio

      
Frases

“No me lo has dicho porque querías darme una sorpresa, pero lo sé. Vamos a Nueva York porque allí podremos encontrar a Robbie, ¿no es verdad? Con detectives.” - Gloria



“La Tercera Ley lo hace retroceder, y la Segunda Ley lo lleva adelante...” - Donovan



“Un encadenamiento de válidos razonamientos sólo puede llevar a la determinación de la verdad, y a esto me atendré hasta conseguirla.” - Cutie



“—Yo, por mi parte, existo, porque pienso... (— dijo Cutie)
—¡Ah, por Júpiter..., un robot Descartes! —gruñó Powell.”



«Ningún empleado comete el mismo error dos veces. Es despedido a la primera.» - slogan de la «U. S. Robots & Mechanical Men, Corp.»



“Un robot, por su misma naturaleza, no puede soportar faltar a su misión.”



“Hemos producido un cerebro positrónico de un tipo supuestamente ordinario, que tiene la extraordinaria propiedad de sincronizarse con las ondas del pensamiento ajeno.” - Lanning



“¿Te ajustaba tu ataúd de una manera diferente antes? ¿Por qué no pruebas los féretros extensibles del señor Cadáver? Están científicamente construidos con Vitamina B1. ¡Usen los féretros Cadáver por su comodidad! Recuerden que van-a-estar-muertos-mucho-mucho-tiempo...”



“En fin, si tenemos que morir, moriremos. Por lo menos no es permanente..., no muy permanente.” - Donovan



“—¡Ah! ¿Tan diferentes son mentalmente los robots del hombre? (— Byerley)
—Son mundos diferentes. Los robots son esencialmente honrados (—Susan Calvin)”



“Por una parte, puede no tener importancia, por otra, puede ser el fin de la Humanidad.” - Byerley



“La gente dice, «es tan claro como mi nariz», pero, ¿qué porción de nuestra nariz podemos ver, a menos que nos den un espejo?” - Byerley

     
Personajes

 Narrador: periodista de la Prensa Interplanetaria, joven de 32 años.

 Susan Calvin: doctora en robopsicología, nacida en 1982. A los 20 años era una muchacha fría, sencilla e incolora, que se defendía contra un mundo que le desagradaba con una expresión de máscara y una hipertrofia del intelecto. Se graduó en la Universidad de Columbia en el año 2003, y empezó a dedicarse a la Cibernética. En 2008, se doctoró en Filosofía e ingresó en la U. S. Robots como «robopsicóloga», convirtiéndose en la primera gran practicante de esta nueva ciencia. En 2029 era Jefe del Departamento de Sicología. De delgados labios y ojos grises. Falleció a la edad de 82 años.

 Alfred Lanning: Director de Investigaciones de «U. S. Robots & Mechanical Men, Inc.». En 2021 bordeaba los 70 años y era un hombre de largos cabellos blancos, cejas grises y penetrantes y astutos ojos. A los 75 era Director Honorario de Investigaciones.

 Peter Bogert: matemático, doctor en filosofía, de cabello negro, labios gruesos. De más de 50 años en 2021. Director del Departamento de Matemáticas de la «United States Robots & Mechanical Men, Inc.» en 2029. Al dimitir Lanning, ocupó su cargo como Director de Investigaciones.

 Gregory 'Greg' Powell: junto con Donovan resolvieron los casos más difíciles de robótica entre los años diez y veinte. Usa bigote.

 Michael 'Mike' Donovan: junto con Powell resolvieron los casos más difíciles de robótica entre los años diez y veinte. Pelirrojo, de velludos dedos.

 Lawrence Robertson: presidente de la corporación «U. S. Robots & Mechanical Men, Inc.»
Robbie: robot sin vocalización, que no podía hablar. Fue fabricado y vendido en 1996, utilizado como niñera. Su cabeza era un pequeño paralelepípedo de bordes y ángulos redondeados, sujeto a otro paralelepípedo más grande, que servía de torso, por medio de un corto cuello flexible. Anchos hombros, ojos colorados, provistos de párpados y piel metálica, suave y agradable, mantenida a una temperatura constante gracias a las resistencias interiores. 

 Gloria: pequeña de ocho años, para quien Robbie, su robot niñera, era su gran amigo.
Señora Weston: madre de Gloria, a quien no le agradaba que una máquina, el robot Robbie, cuidara a su hija.

 George Watson: padre de Gloria. Un hombre afable y comprensivo que rara vez estaba en casa durante el día, a excepción de los domingos.

 Speedy: robot SPD-13, de gracioso y alargado cuerpo. Los SPD se contaban entre los robots más veloces producidos por la «U. S. Robots & Mechanical Men Corp».

 Cutie: robot QT-1, de largos dedos afilados y ojos rojos.

 Dave: robot DV-5, unidad pensadora de un equipo integrado por siete unidades. Tenía poco más de dos metros de altura y pesaba media tonelada de metal y electricidad.

 Milton Ashe: empleado de la «U. S. Robots & Mechanical Men Inc.», de 35 años en 2021.

 Herbie: robot RB-34, con la capacidad de leer el cerebro humano.

 Kallner: general que dirigía el proyecto en Hyper Base, en la Zona Hiperatómica, con una reluciente calva.

 Nestor 10: robot NST-2 con la Primer Ley Robótica modificada, extraviado en Hyper Base, en la Zona Hiperatómica.

 Gerald Black: graduado en Física etérea que trabajaba en Hyper Base en la Zona Hiperatómica
Robertson: director de la «U. S. Robots & Mechanical Men Corporation», hijo del fundador. Aguda nariz.

 Cerebro: la primera de las Máquina, era un simple globo de medio metro de diámetro, que contenía en su interior una atmósfera totalmente acondicionada de helio, un volumen de espacio totalmente ausente de vibraciones y libre de radiaciones, y dentro del cual había una inaudita complejidad de senderos cerebrales positrónicos. 

 Stephen 'Steve' Allen Byerley: abogado, un hombre fuerte y capaz, y seguramente uno de los fiscales más inteligente, de quien Quinn sospechaba que es un robot. A los 40 años poseía un rostro difícil de describir, de aspecto sano y bien nutrido, que cuando se reía lo hacía con un aire de sinceridad. Fue un excelente alcalde y cinco años después fue elegido Coordinador Regional. En 2044 fue nombrado Primer Coordinador Mundial. En 2052 ejercía su segundo período como Coordinador Mundial.

 Francis Quinn: político.

 John: hombre inválido, paralítico, con un rostro destrozado cuya mitad eran cicatrices, con la boca torcida y una voz ronca, y ojos claros.

 Lenton: agente de la campaña electoral de Byerley.

 Vincent Silver: Director de Investigaciones de «U. S. Robots & Mechanical Men, Inc.», sucesor de Peter Bogert.

 Ching Hso-lin: Vice-coordinador Regional de la Región Oriental, con el bienestar económico de la mitad de la población de la Tierra a su cuidado.

 Ngoma: Vice-coordinador Regional de la Región Tropical, un hombre buen mozo, muy negro, alto y de facciones enérgicas.

 Szegeczowska: Vice-coordinadora Regional de la Región Europea. Joven de delicados hombros, largos dedos y ojos grises.

 Hiram Mackenzie: Vice-coordinador de Ottawa, de la Región Norte, escocés.

     
  Opinión Personal

  Como es sabido, este es el primer libro, el que sirvió como base para la gran saga de Isaac Asimov. Es en él donde el autor plantea por primera vez las Tres Leyes de la Robótica, que fueron luego utilizadas en la mayoría de sus novelas de la saga de los Robots y Fundación.

  Son nueve historias bien hiladas, donde se nos muestran diversas situaciones que tienen como protagonistas a diferentes tipos de robots. Problemáticas que deben ser resueltas aplicando las Tres Leyes de la Robótica de manera, debo decir, muy ingeniosa por parte de los protagonistas.

  Hubieron situaciones que me parecieron muy cómicas, incluso algunas me sacaron carcajadas. Me encariñé con algunos de los robots. Otros me dieron pena. Y otros los encontré geniales.

  Es un libro que disfruté mucho y que me anima a seguir leyendo las sagas relacionadas con las bien pensadas Leyes de la Robótica.

     




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